El aparato digestivo o sistema digestivo es el conjunto de órganos (boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso) encargados del proceso de la digestión, es decir, la transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por las células del organismo.
EL APARATO RESPIRATORIO
EL APARATO CIRCULATORIO
El aparato circulatorio
tiene varias funciones: sirve para llevar los
alimentos y el oxígeno a las células,
y para recoger los desechos metabólicos que se han de eliminar después por los
riñones,
en la orina, y por el aire exalado en los pulmones, rico en
dióxido de carbono (CO2). De toda esta labor se encarga la sangre, que está circulando constantemente. Además, el aparato
circulatorio tiene otras destacadas funciones: interviene en las
defensas
del organismo, regula la temperatura corporal, transporta
hormonas, etc.
La sangre es un tejido líquido, compuesto por agua y sustancias orgánicas e inorgánicas (sales minerales) disueltas, que forman el plasma sanguíneo y tres tipos de elementos formes o células sanguíneas: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.